lunes, 10 de mayo de 2010

ENFERMEDAD NO INFECCIONAS: TENDINITIS

La Tendinitis es la inflamación de un tendón producido por una lexión en el tedón, que puede ser una pequeña rotura del tejido. Los tendones son gruesas cuerdas fibrosas por las que los músculos se insertan en los huesos y su función es transmitir la fuerza generada por la contracción muscular para el movimiento de los huesos.
La causa más común de Tendinitis es sobreuso de estas estructuras durante el trabajo o el deporte de modo continuado y repetitivo,especialmente en paciente desentrenados, que adquieren malas posturas o sobrecargan una extremidad,aunque también aparece en pacientes con gota,artritis..etc.
El diagnóstico requiere una historia médica cuidadosa y una detenida exploración física. La radiología puede ayudar para excluir anomalías óseas o artritis. Los tendones y las bolsas no son visibles a rayos X. La punción-aspiración de un tendón o una bolsa inflamados puede llegar a excluir una infección o una gota. Deben realizarse análisis de sangre para confirmar o descartar condiciones subyacentes como artritis reumatoide o diabetes, si bien pueden no ser necesarias en la mayoría de los casos.
El tratamiento Si están ocasionados por sobreuso o daño directo, deben evitarse determinadas actividades. Es importante adoptar la posición adecuada para desarrollar aquellas actividades que pueden provocar una recurrencia del proceso. También es útil la realización de gestos y posturas correctas durante el ejercicio. La inmovilización de la zona afecta . También es de ayuda la inmovilización del área afecta y la aplicación de calor húmedo, y otras modalidades de terapéutica física. Las drogas antinflamatorias reducen la inflamación.
Pueden estar indicadas las inyecciones de córticoesteroides en el área afecta. Si existe infección, deben administrarse antibióticos, acompañados de aspiraciones periódicas o de limpieza quirúrgica de la zona; la cirugía de otras formas de Tendinitis y Bursitis está raramente indicada.Una vez resuelto el ataque agudo de Tendinitis y Bursitis, es crucial la prevención de recurrencias. Adoptar la posición adecuada, puestos de trabajo ergonómicamente correctos y el uso de férulas y protectores de las áreas susceptibles, ayudan a previnir las recurrencias.

ENFERMEDAD INFECCIOSA: LA RABIA

LA RABIA es una enfermedad vírica causada por un virus, y que muchas veces se encuentra en la saliva de los animales infectados. Normalmente afecta a animales mamíferos incluido el hombre, y la enfermedad consiste en una encefalitis aguda del sistema nervioso central en el orden irritación de los sistemas nerviosos centrales, seguida de parálisis y muerte.
Este virus se encuentra difundido por todo el planeta y su principal transmisor es el perro que conyeva el 90% de este, seguido del murciélago y también del gato con un 5% y minimamente seguido de animales como vacas, cerdos, cabras, ovejas, ratones, conejos, monos..
La transmisión de esta enfermedad solo es posible con el contacto directo, muchas veces producido por mordeduras, y es debido a que es un virus envuelto en una envoltura lípida que es muy sensible a los factores ambientales.
Esta enfermedad, si no se trata con la máxima urgencia, acaba provocando la muerte del enfermo. Cuando una persona se contagia, los síntomas de la enfermedad pueden tardar entre 60 y 300 días en manifestarse.
Ahora os hablaré de esta enfermedad en los animales más cercanos al hombre y en él:
EN EL PERRO
Estas alteraciones corresponden siempre a una de las dos formas de la enfermedad: la furiosa y la muda (o paralítica).
Frecuentemente, el perro presenta los dos tipos de manifestaciones: En la forma furiosa, además de la agresividad inesperada, el perro se muestra inquieto, casi no descansa.(Atacado por alucinaciones visuales) Su ladrido se vuelve ronco, y va acumulando gradualmente una baba en las comisuras de la boca.
Como sufre una alteración en el gusto, trata de comer cosas absurdas, como piedras, maderas, papel, tierra, y camina al azar, atacando y mordiendo a hombres y animales(Cuando la enfermedad progresa, el furor aumenta.) En este estado, el perro parece ignorar el dolor causado por una herida o quemadura y es capaz de atacar a animales mucho más fuertes que él.

Después de uno de estos ataques, la enfermedad puede matarlo, pero si esto no ocurre, es atacado progresivamente por la parálisis y convulsiones, que culminan con la muerte entre el cuarto y el séptimo día; raramente puede llegar al décimo día.
En la rabia tipo mudo o paralítica, el perro al principio parece estar muy triste, aunque se muestre agitado y camine sin parar de un lado a otros. Dos o tres días después comienza a manifestar parálisis en el maxilar inferior, manteniendo constantemente abierta la boca.- Luego despide baba por las comisuras de la boca y no ladra (de ahí el nombre de rabia muda). La parálisis progresa y el perro comienza a tener dificultades para moverse, sobreviniendo la muerte entre 5 y 8 días de la iniciación de los síntomas.

EL GATO
Este generalmente busca reposo y oscuridad, se oculta en un escondrijo, y a veces, sólo es sacado de allí muerto. Cuando es provocado, puede atacar y a la muerte sobreviene una semana después de los primeros síntomas.
EL HOMBRE
El hombre recibe el virus de la rabia a través del contado con la saliva del animal enfermo. Esto quiere decir, que para ser inoculado, no necesita necesariamente ser mordido: basta que un rasguño o herida en su piel entren en contacto con la saliva del animal rabioso.
El tiempo de inoculación varia con la naturaleza del virus, el lugar de inoculación y la cantidad inoculada.

Si el punto de contacto ha sido la cabeza, el cuello o los miembros superiores, el período de incubación será más breve, porque el virus alcanzará la región predilecta con mayor rapidez (llega al sistema nervioso central principalmente a través de los troncos nerviosos, propagándose a lo largo de los nervios sensoriales). Las células que lo acogen son destruidas.
A partir de ahí el virus emigra hacia los tejidos, pero sobre todo hacia las glándulas salivales, de donde es excretado juntamente con la saliva. El periodo de incubación es muy variable,pero tanto en el hombre como en los animales, cuando los síntomas del mal se manifiestan, ya no hay cura posible: la muerte es inevitables. Así, todo el tratamiento debe ser hecho durante la incubación, cuando el paciente aún no presenta síntomas y no manifiesta quejas.
En el hombre, el primer síntoma es fiebre poca intensa (38ºC) acompañada de dolor de cabeza y depresión nerviosa,pronto la temperatura se eleva, llegando a los 40/42 grados. Luego, la víctima comienza a mostrarse inquieta y agitada, sufre espasmos dolorosos en la laringe y comienza a respirar y a tragar con dificultad. Los espasmos se extiendes después a los músculos del tronco y de las extremidades, en forma intermitente y acompañados por temblores generalizados, taquicardia y detención de la respiración. Cualquier tipo de excitación puede provocarlos (luminosa, sonora, aérea, etc.)
El hombre, a la inversa del perro, sufre espasmos violentos cuando ve o trata de beber agua. Frecuentemente experimenta ataques de terror y de depresión nerviosa, presentando tendencia a la vociferación, los alaridos y la agresividad, con accesos de furia, alucinaciones visuales y auditivas, babas y delirio. Ese período de extrema excitación dura cerca de tres días, y enseguida le sigue la etapa de parálisis, más rápida y menos común en los hombres que en los animales.
Es entonces cuando se observa parálisis fláccida del rostro, de la lengua, de los músculos de la deglución, de los oculares, y de las extremidades de los miembros. Más tarde, la perturbación puede extenderse a todo el cuerno. A veces, la enfermedad puede manifestar una evolución diferente: surge como parálisis progresiva de las extremidades y luego se generaliza. Pero sea cual fuere el tipo. la rabia siempre presenta una evolución inexorablemente fatal para el paciente.


El mayor riesgo de contraer rabia se encuentra en África, Asia y Latinoamérica, ya sea por animales salvajes o con mayor frecuencia por perros vagabundos ya que muchos de ellos puede que no posean la vacuna.
Antes se recomendaba vacunarse a personas que solo les fuera necesario en un ámbito profesional,así como los veterinarios,pero ahora la vacunación antirrábica se recomienda actualmente a los viajeros, incluyendo niños mayores de 12 meses, que estén planificando un viaje prolongado a una zona endémica.